sábado, 18 de mayo de 2013

APOLLO 13, la innovación como un recurso para la supervivencia.


La creatividad y la innovación son generalmente asociadas con las artes y búsqueda de lucro propio1, sin embargo, es una habilidad que surge, no necesariamente pero si especialmente en situaciones de necesidad, peligro o cambio de perspectiva2 (cambio de condiciones en zona de comfort).

La misión Apollo 13 es un claro ejemplo de lo mencionado. Originalmente, la misión era alunizar, sin embargo un desperfecto técnico provocó la fuga de oxígeno y la misión cambió a traer sanos y salvos a los astronautas de vuelta a la Tierra.

El equipo de Tierra concluyó que habría exceso de dióxido de carbono a mitad de camino de regreso si no se construía un filtro, y como consecuencia los astronautas sufrirían un envenenamiento. El problema a resolver consistía en construir el filtro de CO2 con los materiales disponibles dentro de la nave.

Bajo esta situación tan extrema, el empoderamiento para obtener la solución (no esperar a que alguien más lo hiciera), y sobretodo la motivación de la supervivencia misma fueron claves en la resolución del problema y el retorno con éxito de los astronautas.

De igual forma, fue valioso el conocimiento en el área en la cual se deseaba resolver un problema creativamente, pero aún más importante fue plantearse ¿qué formas de resolver el problema son posibles y no conozco (aún)? Es la apertura a creer que existen siempre nuevas (quizás algunas mejores) formas de hacer las cosas, una de las claves para obtener una solución innovadora. El hecho que Gene Kranz dijera a su equipo “fallar no es una opción” implica que existía una solución y que debía ser formulada por su equipo3.